Una importante cantidad de vecinos de Pilar le dan su nombre a los caminos de la ciudad. Quiénes fueron algunos de ellos y qué aportaron al distrito.
Todo pueblo del país tiene su calle San Martín, su calle Belgrano, su calle Sarmiento… Sin embargo, también incluyen en sus arterias a aquellos vecinos que se han destacado, y Pilar no es la excepción.
En este breve repaso aparecen nombres que vuelven a ser mencionados en otros relatos de este libro, algunos solo figurarán aquí, pero todos tienen un denominador común: nos hablan de Pilar, de su historia, de quiénes fuimos y quiénes somos.
Intendentes
Una de las calles más representativas del centro de Pilar es Lorenzo López. Nacido en Buenos Aires el 17 de agosto de 1770, don Lorenzo López Camelo Illescas se radicó en Pilar y en 1806 fue uno de los héroes de la reconquista ante las invasiones inglesas, al salvarle la vida a Juan Martín de Pueyrredón, quien había sido herido por el enemigo. Dos años más tarde de aquella gesta, el Cabildo de Luján lo designó Alcalde del Partido De Pilar, y en 1810 se adhirió a la causa criolla durante la Revolución de Mayo. Además, fue uno de los grandes benefactores para la construcción de la iglesia Nuestra Señora del Pilar.
Varios han sido los mandatarios cuyos nombres sirvieron para mencionar a determinadas calles. Fermín Gamboa fue un importante político local de mediados del siglo XIX.
Según investigó el historiador Albo Beliera, y plasmó en su blog http://pilarenlahistoria.blogspot.com, “el Dr. Fermín Mariano Gamboa nació el 1º de noviembre de 1825 y fue bautizado el 12 de noviembre de 1825. Médico, integró en 1855 la primera comisión municipal del Pilar elegida mediante sufragio por los vecinos del partido. Por ese entonces residía en el cuartel 1º del pueblo (hoy ciudad del Pilar), en una vivienda de azotea, la cual, además de su esposa e hijos, era habitada por su madre Da. María Victoria Crosa y Da. Juana García de Escobar, su suegra, ambas viudas de 58 y 60 años de edad respectivamente”.
Y agrega: “El museo local conserva su retrato y el de su esposa Da. Emilia Escobar, por donación que hiciera D. Félix Dufourq al R. P. Teodoro Celorrio el 12 de noviembre de 1954”.
Venancio Castro fue un radical yrigoyenista, elegido comisionado municipal entre 1917 y 1918. Otro intendente radical fue Manuel Martignone, quien ocupó su cargo entre 1922 y 1924, además presidente de la UCR Pilar. Ambas calles se encuentran a pocos metros de distancia, en las cercanías de las vías del FFCC Urquiza.
Otro de los ex intendentes es Pedro Lagrave, jefe comunal al despuntar la década de 1930. Por su parte, Luis Battaglia fue el intendente mientras se ejecutaron obras tales como la reforma de la plaza céntrica y el cementerio municipal. Asimismo, a Juan Cirilo Sanguinetti se lo ha honrado no sólo con el hospital central (que se construyó en su gestión 1958-1962), sino también con una calle del barrio Villa Morra.
La lista también es integrada por don Tomás Márquez, nacido en Pilar el 18 de septiembre de 1854 y de una dilatada trayectoria dentro del Partido Conservador, del que fue presidente del comité local. En 1885 fue electo concejal, para luego ocupar los cargos de presidente del Consejo Escolar y del Concejo Deliberante. Fue intendente en el período 1887/88, y un año más tarde fundó el Club Unión de Pilar, institución que aún continúa vigente. Diputado y senador provincial, murió en Escobar el 13 de noviembre de 1922, a los 68 años.
Un tramo de la ruta 8 se llama Luis Lagomarsino, cuyo nombre ha sido colocado también en una localidad. Luiso, elegido intendente en 1983 y fallecido en 1987, es el último de los jefes comunales que ha colocado su nombre en una calle de la ciudad.
Memorables
No todos los nombrados en calles fueron intendentes: por ejemplo, Ernesto Nazarre fue un militar nacido el 18 de enero de 1871. A los 17 años ingresó al Colegio Militar, alcanzando el grado de coronel en enero de 1915. Profesor e instructor de la Escuela de Caballería y jefe de la 4ta brigada en la fuerza, participó de la conquista del Chaco.
Por su parte, el presbítero Silvio Braschi fue cura párroco de Pilar: llegó al distrito en 1920 y un año después encabezó las refacciones de la parroquia Nuestra Señora del Pilar. Permaneció en el distrito hasta principios de los '60.
Otro militar fue Víctor Vergani, quien nació en Pilar el 1º de abril de 1899. Estudió en la Escuela Nº1, el Instituto Carlos Pellegrini y el Colegio Militar de la Nación, donde obtuvo el grado de subteniente. Prestó servicio en la Aviación del Ejército –hoy Fuerza Aérea Argentina- en las bases de El Palomar y Paraná, además de ser instructor de vuelo y piloto comercial. Fue considerado uno de los mejores pilotos de la época, pero murió trágicamente el 8 de enero de 1938, regresando de un viaje hacia la frontera con Brasil –cuando el por entonces presidente Agustín P. Justo inauguró el puente de Paso de los Libres-. Se lo ascendió a Mayor post mortem. Cayetano Beliera, sargento mayor de caballería, es otro de nuestros militares que le puso nombre a una calle del distrito.
Continuando con la lista, Camilo Costa fue martillero público del Banco Nación y del Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias; Manuel Martitegui, un médico cirujano que también atendía clínica general y de niños, e inclusive partos. Francisco Lauría es considerado el pionero del periodismo de Pilar, al fundar “El Imparcial”, publicación que dirigió durante casi tres décadas.
En el Parque Industrial, una calle lleva el nombre de Meyer Oks, el empresario que en la década del ’70 tuvo la visión de instalar en esos campos un predio fabril. Mientras que en el barrio Villa Buide las calles Basilio Musladini, Amado Ferreira y Pedro Cabral homenajean a tres trabajadores de la Fábrica Militar que murieron trágicamente a causa de una explosión, al igual que Amílcar Lubo, en Pilar centro.
La lista continúa, incluyendo a plazoletas (como Silverio Basabe), localidades (Villa Astolfi, en honor a Manuel Santos Astolfi; Manzone, por Luigi Manzone; los múltiples homenajes derquinos a Antonio Toro) y más sitios. Todos ellos son símbolo de identidad.