Como tantos pueblos de la provincia de Buenos Aires, Pilar fue escenario de las monumentales creaciones del arquitecto Francisco Salamone. Sin embargo, su legado no logró ser conservado con el correr del tiempo.

El cementerio de Pilar es un lugar que alberga gran cantidad de historias, leyendas y datos de interés. No obstante, desde lo arquitectónico no es muy diferente a otros camposantos, salvo por una escultura que adorna su entrada original: una figura de Cristo esculpida por Francisco Salamone, arquitecto vanguardista cuya figura ha sido reivindicada por los expertos en los últimos años.

Sin embargo, la escultura es lo único que se conserva, ya que el cementerio tenía –fiel a la obra de Salamone- una cruz de enormes dimensiones, de la que apenas se conocen un par de fotos. El resto solo quedó guardado en la memoria de los vecinos.

La fachada del cementerio de Pilar con la cruz de Salamone, luego destruida.

Sin mayores registros, recién a principios del siglo XXI se confirmó que el Cristo es una obra invaluable de Salamone, quien dejó su marca entre 1936 y 1940, gracias sus monumentos en palacios municipales, mataderos y cementerios de varios pueblos bonaerenses. Precisamente, una de las características de Salamone era la monumentalidad, el tamaño imponente. La cruz tenía ese “sello de fábrica”, pero las decisiones intempestivas -y las topadoras- pudieron más…

Afirman quienes estudiaron la obra de este arquitecto, que el “olvido” al que fue sometido luego de su muerte (en 1959) tiene que ver con razones ideológicas, ya que Salamone realizó sus grandes trabajos de la mano de Manuel Fresco, gobernador de Buenos Aires en la segunda mitad de la década de 1930, un hombre de ideas muy cercanas al fascismo y el nazismo.

Con el apoyo decisivo de Fresco, el arquitecto se embarcó en ambiciosos proyectos del tipo Art Decó en pueblos alejados de la Capital, como Coronel Pringles, Azul, Balcarce, Guaminí, Chascomús y, por supuesto, Pilar.

Pero, ¿por qué si en estos pueblos la obra es conservada, la cruz del cementerio de Pilar fue derrumbada? Las versiones son muchas, y las fuentes no se ponen de acuerdo. En un principio se creyó que la estructura había sido demolida a fines de los ’60 o principios de los ‘70, por comprometer los cimientos del lugar al hallarse en su interior el tanque de agua. Pero, por el contrario, diversas investigaciones determinaron que la fecha más probable es un poco antes, a fines de la década del ’50. Se atribuye la decisión al exintendente Leandro Finochietto, aunque se desconocen los motivos.

Una fotografía de la enorme cruz fue publicada en 1999, como parte del libro “Mi Pilar de los ‘60”, de Gustavo Urroz. En la imagen pueden apreciarse las grandes dimensiones que tenía la estructura, característica fundamental de la obra de Salamone.

Fijada la fecha, aún son un verdadero enigma las razones que motivaron la demolición. Quizás, el trabajo se encargó con la simple misión de darle otra fisonomía al camposanto local, desconociendo por completo al autor de la obra, y mucho menos sin imaginar que más de 50 años después ese arquitecto que construía monstruos de cemento en parajes desolados de la provincia iba a ser reivindicado como uno de los grandes constructores argentinos del siglo XX.

Afortunadamente, el Cristo no corrió la misma suerte y sigue custodiando la vieja entrada de la calle Lorenzo López. Pero, de la cruz de Salamone, sólo quedan un par de fotos en blanco y negro.

Conocénos

No son leyendas, ni se aplica el rigor del historiador: está compuesto por relatos sobre vecinos, personajes y sucesos que marcaron al distrito a lo largo del tiempo, especialmente en el sigo XX.

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